Pablo Picasso. Paisaje con un puente. Imagen extraída de:http://www2.ups.edu/faculty/velez/Orfeo/span202/Lindy/bridge1909.jpg
Eran dos que se decían poemas, sin verse. La noche se extendía a golpe de imprecisas manecillas y el día llegaba antes de hora, tirando de los párpados, hundiendo los cuerpos en sus lechos. La noche, aunque lata y encantada, no daba sueños.
Un poema decía así:
Melancolía,
el burgo que soñamos,
la plaza de amor,
quedara en las nubes;
lo olvidó mi corazón.
Otro, la repuesta, como sigue:
No hubo sueño,
que libres nos portara
a burgo en cuestión
mas si lienzos que pintar
de calles y ventanas
de fuentes y campanas
que en la vigilia
cantaran nuestra plaza.
Aunque acaso fueran dardos como de cazador, los poemas, sinceros, se confabularon con los hados escribientes y causaron tres ciudades. De las tres, cada una era distinta, con sus avenidas, sus casas, sus templos, sus miradas; y aún las tres eran la misma.
Urbe sagrada
vestigio del pasado
allende el cielo
no te veo, ni siento,
mas te intuyo, tras los sueños.
Tantos pensamientos como personas. Nunca podremos pensar igual que nadie, jamás. A mí me parece realmente sorprendente este hecho cada vez que lo pienso.
ResponderEliminarY cada persona tiene su mundo y vive su vida, y hay tantos de ambos como conciencias. Lo sorprendente es que ni tú ni yo nos veremos las realmente las caras y aún así seamos capaces de cruzar una mirada o una conversación y parecer que nos entendemos. Igual que en las arenas movedizas cuanto más haces por salir más te hundes, en este mundo cuanto más indagas menos comprendes.
ResponderEliminarUn beso guapísima.
Y tiene su filosofía de vida, un modelo a seguir, con pequeñas variantes. Anoche mientras bailaba lo pensaba, miraba a mis amigos, y me decía: ¿cómo puede ser que sólo pueda conocerme (y ni eso) a mí misma? ¿cómo puede ser que vivamos sólo una vida, en un mismo cuerpo? Y sin embargo, a pesar de que nunca vas a poder observar la mente de esa persona, y siempre quieres y querrás ir más allá, tienes esa relación estrecha, esa mirada que dices, esas conversaciones que dicen parte, que nunca lo dicen todo, pero que te llenan como si lo hicieran. Tú y yo no nos veremos realmente las caras, pero aprendemos juntos a saber qué pueden significar.
ResponderEliminarOtro beso con tu nombre.