lunes, 17 de febrero de 2014
Revisión
No sería tan grave terminar clausurado en esta habitación de este entresuelo de este edificio de cuatro plantas de esta vieja calle de este pueblo alejado de la polla del mundo. Hay muchos libros; muchos, no los he leído. Podría releerlos; revisarlos. Olerlos, escucharlos, tocarlos. Comenzar por el final y finalizar por el comienzo; pronunciar sólo las palabras pares, o las impares; leer del revés. El decurso podría hundirme en una fosa infinita, de gigantes y mandrinos; pero dudo de una eternidad (si tiene que haberla...) más plácida que esta. En esta calle. Con esta gente. Contigo.
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No sería tan grave terminar clausurada en esta habitación, de este chalet, de esta pedanía alejada de cualquier lugar, casi aislada. No lo sería si cargaras todos tus libros y te trajeras con ellos aquí. Viviría de mi aire, del tuyo y de las palabras de otros, que se nos graban en las manos.
ResponderEliminarMe llevaría, porque leer las palabras de otros en tus manos es tanto mejor cuanto que en ellas serían olidas.
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