Time, Pink Floyd. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=7t_sAAJXUVs
Un plan más y la papelera se desborda de proyectos frustrados. La canción aún suena, pero es repetida y se sabe que no dirá la verdad. Prensada dentro de un puño está la constancia, impotente ante un destino incierto que depende de la marioneta que mueve los hilos. Totalmente al margen, libre pero torpe, la otra mano ensaya su utilidad como lubricante de neuronas. De pronto suena el teléfono. "Hola, qué tal" y fin del sueño.
Al fin un hombre se reduce a papeles arrugados. A cuerdas mal tañidas. A corazones remendados. A ser menos que las pretensiones de sí mismo. Pero, aún resultando ser menos que sus sueños, es mucho más que sus memorias. Es mucho más.
Ya sabes, tu blog es realmente magnífico.
ResponderEliminarTe animo a continuar, no dejes jamás de expresarte.
No creo que deje algún día de expresarme(sería insoportable), pero lo que hago no es para tanto, ni de lejos. Estoy a años, sentimientos y neuronas de los verdaderamente grandes. Y no es falsa modestia, sino realismo. Pero muchas gracias.
ResponderEliminarLo que haces es tuyo, completamente tuyo, por eso gusta. Unos lo plasman mejor, otros peor (aunque es relativo, porque para gustos, colores), cada cosa tiene su mérito, aunque sea muy pequeño. Los que fueron grandes, divagaran bajo la sombra de otros grandes. Este es tu comienzo.
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