domingo, 30 de agosto de 2015

Amargura

Ahora que como en aquellas tardes de Jelly Roll Morton o aquellas noches de Miles Davis vuelve a apetecer un vaso de whiskey, recuerdo el sabor del amor. Y entiendo tantas cosas. Pero ya no se trata sólo de entender, sino de afrontar. Mi mirada en el reflejo de la ventana. Tan joven aún. Pero la edad es un estado de ánimo, y yo estoy tan erosionado. En ninguna guerra civil hay vencedores. Sólo un espíritu partido y nada más.

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