viernes, 26 de diciembre de 2014

Nudo

José Canalejas y Marcelino Menéndez Pelayo nacieron a orillas del Cantábrico, en el seno de respectivas familias influyentes. Hasta 1878, ambos eran políticos y filólogos en potencia; ambos eran inteligentes, ambos eran acreditados, ambos eran ambiciosos. Acaso fue necesario que aquellas vidas paralelas convergieran; en aquél señalado año, ambos compitieron por cierta cátedra de literatura. Quizá más poderoso, Menéndez Pelayo ganó la oposición y se convirtió en un importante filólogo; José Canalejas la perdió y se convirtió en un importante político. La vida posterior de cada uno es una ucronía para el otro, un "lo que pudo haber sido". Ambos murieron el mismo año, como si para Dios, en efecto, fueran la misma persona.

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