Cristo redentor que en la historia haces dudar, baja de la incertidumbre y sálvanos del barro del cual tu padre nos hizo; líbranos de nuestra falsa libertad y de nuestro irrevocable destino; derroca al mal artesano de tu padre que permitió el mal y el dolor y la sangre y las fronteras y el hambre y la guerra y el desamor. Crea la luz que prometió en sus primeros balbuceos.
Hacia dónde va esta humanidad que no salvó la ilustración. Hacia donde va el género cuyo rumbo no vaticinó el Kant de lo nouménico (donde quizá yazca ahora tras la ignorancia del cruel fenómeno que somos, viles gusanos con miembros de rata que apartamos la vista del dolor de nuestros hermanos traicionados por unos yoes del pasado padres del hoy y abuelos del mañana.). Hacia donde va la conciencia cuando el corazón se cansa de darle oportunidades a latidos de tiempo postrero.
¿Somos culpables de nosotros mismos o, por el contrario, víctimas de un destino escrito por un Dios joven y caprichoso con una pluma marca Teoría M? Si las autovías tienen tramos sin luz, qué van a tener las sendas perdidas entre la relatividad del espacio y del tiempo donde todos peregrinamos vagando errantes y sin rumbo.
No somos más que retales de nada confundidos en la bastedad del infinito.
Divisiones de un instante de cualquier reloj longevo.
Suspiros en brisa de un mar milenario.
Lágrimas enamoradas que se buscan entre la lluvia.
La parte de nada que le concierne al todo.
Nada.
"No somos más que retales de nada confundidos en la bastedad del infinito.
ResponderEliminarDivisiones de un instante de cualquier reloj longevo.
Suspiros en brisa de un mar milenario.
Lágrimas enamoradas que se buscan entre la lluvia."
Me ha encantado.
Gracias Laura. Para mí no hay nada como crear un sentimieno agradable. Me alegro mucho de que te guste.
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